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El Ballet de Nueva York: Un faro mundial de belleza y elegancia

El New York City Ballet (NYCB) es una institución de renombre mundial que lleva más de siete décadas a la vanguardia del mundo de la danza clásica. Fundado en 1948 por George Balanchine y Lincoln Kirstein, dos figuras destacadas del arte estadounidense, el NYCB se ganó rápidamente una reputación por su estilo innovador, su precisión técnica y la notable versatilidad de sus bailarines. Situado en el Lincoln Center, el NYC Ballet acoge a algunos de los artistas con más talento de todo el mundo, incluidos sus bailarines principales como Tyler Angle, Ashley Bouder, Chun Wai Chan y Adrian Danchig-Waring.

El repertorio de la compañía es una impresionante mezcla de ballet clásico y contemporáneo con un distintivo estilo neoclásico que se ha convertido en sinónimo de la NYCB. Este estilo, caracterizado por su velocidad, energía y musicalidad, es fruto de la visión pionera de Balanchine. A lo largo de los años, el NYCB ha puesto en escena más de 400 obras, muchas de ellas consideradas obras maestras de la coreografía del siglo XX. Entre ellas figuran ballets emblemáticos como El Cascanueces, El Lago de los Cisnes y Romeo y Julieta, así como innovadoras piezas contemporáneas de coreógrafos como Jerome Robbins, Peter Martins y Justin Peck.

La influencia del ballet de la ciudad de Nueva York se extiende mucho más allá del escenario. La compañía está profundamente comprometida con la formación de la próxima generación de bailarines y coreógrafos a través de su escuela afiliada, la School of American Ballet. Además, la compañía desempeña un papel vital en la vida cultural de Nueva York, ofreciendo programas educativos e iniciativas de compromiso con la comunidad que llegan cada año a decenas de miles de neoyorquinos y visitantes. A medida que profundizamos en la historia, las contribuciones y la importancia de la NYCB, resulta evidente por qué sigue siendo un icono mundial de categoría e innovación.

El origen del Ballet de Nueva York

El nacimiento de la compañía está impregnado de una rica historia que comienza con el encuentro de dos visionarios, George Balanchine y Lincoln Kirstein. Balanchine, coreógrafo de origen georgiano, y Kirstein, mecenas y escritor estadounidense, compartían un sueño común: crear una compañía de ballet exclusivamente estadounidense que rivalizara con la grandeza de las grandes compañías europeas. En 1948, su visión compartida se materializó en el New York City Ballet.

Los principios rectores y la visión del dúo fueron claros desde el principio. Querían romper con las normas tradicionales del ballet y crear un estilo único, rápido, enérgico y profundamente musical. Este compromiso con la novedad y la excelencia en sus experimentos marcó la pauta de la evolución del NYCB a lo largo de los años. Balanchine fue el principal coreógrafo del ballet, creando un amplio repertorio de obras que exhibían su rompedor estilo neoclásico.

A lo largo de sus setenta y cinco años de existencia, la compañía del Ballet de la Ciudad de Nueva York ha sabido capear los cambios de liderazgo, los giros en los gustos del público y los retos planteados por las recesiones económicas. A pesar de todo, el NYCB se ha mantenido fiel a la visión de sus fundadores.

 

La influencia mundial del NYCB

La influencia del New York City Ballet está marcada por su reconocimiento mundial y por el significativo impacto que ha tenido en la cultura global del ballet. Su fama de presentar coreografías revolucionarias y fomentar talentos excepcionales le ha valido un lugar de prestigio en la escena internacional. Compañías de ballet de todo el mundo acuden al NYCB, inspirándose en su distintivo estilo neoclásico y su vasto repertorio.

El NYCB ha marcado la evolución de la danza en todo el mundo, promoviendo un estilo que hace hincapié en la velocidad, la energía y la interpretación musical. No sólo ha cambiado la forma de interpretar el ballet, sino también cómo se percibe, presentándolo como una forma de arte dinámica y en evolución, en lugar de una tradición estática.

La compañía ha sido un atractivo para el talento internacional, atrayendo a algunos de los bailarines más dotados del mundo. Entre ellos figuran:

Bailarín principal┃Chun Wai Chan – Nacido y formado en Guangdong (China), el excepcional talento de Chun Wai Chan le valió una plaza como finalista en el prestigioso Prix de Lausanne y una beca completa en la segunda compañía del Houston Ballet. Rápidamente pasó de ser miembro del cuerpo de baile a bailarín principal, mostrando su versatilidad en papeles principales de ballets como El Cascanueces® (Cavalier), de George Balanchine, y DGV: Danse à Grande Vitesse de Christopher Wheeldon.

Bailarina principal ┃Megan Fairchild – Nacida en Salt Lake City, Utah, Megan Fairchild se embarcó en su viaje por la danza a la temprana edad de cuatro años, recibiendo formación en distinguidas instituciones, como Dance Concepts, Ballet West Conservatory y la School of American Ballet. Su excepcional talento la llevó a ascender rápidamente de aprendiz en noviembre de 2001 a bailarina principal en enero de 2005 en el New York City Ballet, demostrando su dedicación y destreza en esta prestigiosa compañía. Entre sus papeles más destacados figuran Apollo de Balanchine (Calíope) y La Bella Durmiente de Peter Martins (Aurora, Rubí, Princesa Florine).

Solista┃Sebastián Villarini-Vélez – Nacido en San Juan de Puerto Rico, Sebastián Villarini-Vélez comenzó su formación en danza bajo la dirección de estimados instructores como Rodney Rivera y Joaquín Banegas. Perfeccionó sus habilidades en la Escuela de Artes Escénicas de Puerto Rico y en prestigiosos cursos de verano de la Miami City Ballet School y la Pacific Northwest Ballet School. Su periplo le llevó a la School of American Ballet, la escuela oficial del New York City Ballet, en 2008, y se incorporó a la compañía en agosto de 2013. Actuó en Los cuatro temperamentos (Melancholic) de Balanchine y en La odisea de la danza de Peter Walker.

Corps de Ballet┃Davide Riccardo – Originario de Messina, Italia, Davide Riccardo se embarcó en su viaje de ballet a los 5 años en el Istituto Regionale Della Danza bajo la dirección de Emma Prioli. Su camino lo llevó a la Escuela de Ballet de la Ópera de Roma y luego a la Escuela de Ballet Americano (SAB bajo el Ballet de NYC) en 2015. Su talento y compromiso culminaron en su incorporación al New York City Ballet como aprendiz en agosto de 2018 y convirtiéndose en miembro del Corps de Ballet en enero de 2019. Sus papeles destacados desde que se unió al NYCB fueron: Divertimento Nº 15 de George Balanchine y Glass Pieces de Jerome Robbins.

Estos bailarines resaltan el atractivo global del NYCB y su capacidad para reunir diversos talentos en la búsqueda de la excelencia artística.

El estilo artístico del Ballet de Nueva York

El enfoque neoclásico de Balanchine rompió con los ballets narrativos del siglo XIX, centrándose en la belleza abstracta del movimiento y la relación entre la danza y la música.

Este estilo único diferencia a la NYCB de otras compañías de ballet y le ha dado una identidad distintiva en el mundo de la danza. Mientras que el ballet tradicional se caracteriza a menudo por su adherencia a los argumentos, los decorados y el vestuario, el estilo del NYCB se define por su coreografía y la corporeidad de sus bailarines. Se centra en la belleza de la forma humana en movimiento, la interacción rítmica entre los bailarines y la íntima conexión entre la danza y la música.

El repertorio del NYCB incluye ballets emblemáticos que muestran este estilo tan característico. Entre ellos figuran Serenade, de Balanchine, la primera obra original que Balanchine creó en América, y Jewels, un ballet que a menudo se considera el primer ballet abstracto de larga duración. Estas obras, junto con otras innumerables, ejemplifican el estilo artístico que ha hecho del New York City Ballet la forma en que lo conocemos hasta hoy.

El papel del Ballet de Nueva York en la comunidad

El papel de esta compañía se extiende más allá de los límites de su escenario en el Lincoln Center, llegando hasta lo más profundo de la comunidad a la que llama hogar. Firme creyente en el poder transformador de la danza, el NYCB se ha comprometido a hacer el ballet accesible a todos, independientemente de su edad, origen o situación económica.

Este compromiso es evidente en la amplia gama de programas educativos y de divulgación de la compañía. A través de sus programas públicos e iniciativas como los workshops accesibles, que ofrecen talleres de movimiento para personas con discapacidad, la NYCB llega a un público que de otro modo no tendría la oportunidad de experimentar el ballet. Además, su programa Sábados Familiares introduce a los niños y a sus familias en la magia del ballet a través de presentaciones interactivas de una hora de duración. Los entusiastas de la danza, los adolescentes y los adultos con poca o ninguna formación pueden experimentar fácilmente el ballet desde dentro con el taller Ballet Essentials. Estas clases de 75 minutos, dirigidas por bailarines del NYCB, incluyen un calentamiento de ballet y combinaciones de movimientos inspiradas en el repertorio de la temporada actual. Los participantes también tienen la oportunidad de interactuar con los artistas durante una breve sesión de preguntas y respuestas.

Por otra parte, el New York City Ballet reconoce la discriminación histórica de las personas de color en el mundo del ballet y trabaja activamente para lograr un cambio sistémico. Este compromiso con el antirracismo y la diversidad incluye medidas como sesiones de escucha, grupos de discusión y formación antirracista para bailarines, personal y miembros de la junta directiva. La compañía se dedica a crear un entorno inclusivo que valora y refleja la justicia racial, la diversidad y la equidad, y amplifica las voces de todas las razas, etnias e identidades.

En un sentido más amplio, la NYCB se esfuerza por hacer accesible el ballet rompiendo las barreras que a menudo rodean a esta forma de arte. Su objetivo es desmitificar el ballet, presentándolo como una forma de arte que puede disfrutar todo el mundo, no sólo la “élite”. De este modo, el New York City Ballet sigue cumpliendo su misión de llevar la alegría y la belleza de la danza al público más amplio posible.

El Ballet de la Ciudad de Nueva York en la actualidad

Hoy en día, el Ballet de la Ciudad de Nueva York sigue prosperando, manteniendo su legado de excelencia y ampliando los límites de lo que es posible en el mundo del ballet. La compañía, que cuenta con aproximadamente 90 de los bailarines con más talento del mundo, sigue siendo una potencia de creatividad y destreza técnica. El repertorio actual del NYCB es un testimonio de su compromiso con la innovación, con una mezcla de clásicos atemporales y nuevas obras audaces que desafían y emocionan al público. 

En las últimas temporadas, el NYCB ha puesto en escena una amplia gama de espectáculos, desde reposiciones de queridos ballets de Balanchine hasta estrenos mundiales de coreógrafos contemporáneos. Esta colección presenta ballets de tres coreógrafos muy vinculados a la compañía, cada uno de los cuales aporta una interpretación única de su obra. Destaca Polyphonia, de Christopher Wheeldon, célebre por su impactante coreografía ambientada en la música vanguardista de György Ligeti. Peter Martins’ Barber Violin Concerto es una mezcla única de ballet y danza moderna, con una pareja con calzado tradicional de ballet y otra descalza. Por último, The times are racing, de Justin Peck, un favorito de los fans desde su debut en 2017, añade un giro con bailarines que actúan en zapatillas de deporte.

El NYCB se dedica a preservar su misión: crear ballets del más alto calibre, formar a la próxima generación de bailarines y coreógrafos, y hacer que el ballet sea accesible. La cartelera de espectáculos de 2023-2024 presenta una razón de sobra para visitar Nueva York esta temporada. Vive la elegancia del ballet en su máxima expresión con el New York City Ballet.

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